El perfume en el tiempo de Balenciaga

Invisible, etéreo, sutil pero memorable, el perfume es el epítome del lujo. Si la combinación de los aromas es la esencia, los frascos joya, las cajas y expositores, las imágenes publicitarias y la poesía de los nombres son los elementos que dan corporeidad y posicionan los perfumes como objeto de deseo.

Abarcando una cronología que coincide con la vida de Balenciaga (1895-1972), esta exposición propone una historia del perfume moderno, que incluye las fragancias que pudieron marcan la infancia del modisto, sus propias creaciones olfativas como el icónico Le Dix de 1947, y los perfumes de sus últimos años.

En este recorrido temporal destaca el papel de las casas especializadas que, tanto en Francia como en España, fueron pioneras y marcaron la evolución de esta industria, y, también, la aportación realizada desde principios del siglo XX por las y los diseñadores perfumistas que consideraron el perfume —en palabras de Chanel—, como " el accesorio invisible y definitivo de la moda".

La exposición reúne una selección de las amplias colecciones de Anne de Thoisy-Dallem y Juanjo Ruiz Crivillé, junto con referencias del Museo Cristóbal Balenciaga y perfumería Benegas de San Sebastián, además de la reedición de fragancias históricas aportadas por la Osmothèque de Versalles.